Sète y sus alrededores

Sète es una pequeña Venecia del Languedoc, llena de encantos y ventajas.
Con el monte Saint Clair en lo alto, el puerto pesquero a sus pies y el estanque de Thau al lado, esta soleada ciudad, surcada por canales, está siempre llena de actividad. Paul Valery y Georges Brassens son sus hijos más famosos.
Hoy están enterrados aquí.
Cada uno a su manera rindió homenaje a la belleza de esta ciudad, que coquetea con el mar, la garriga, los viñedos y los estanques.

Un poco de historia…

Creada por decreto real en 1666, «Cette» fue idea de tres hombres: Paul Riquet, que buscaba una salida al Mediterráneo para el Canal du Midi; Luis XIV, que buscaba un puerto para sus galeras reales y quería crear un puerto para exportar productos del Languedoc; y el Caballero de Clerville, a quien Colbert pidió que encontrara el cabo más adecuado para construir un puerto.
Sète, la isla única, te invita a vivir lo excepcional.
En el lado del puerto, los arrastreros, los barcos de recreo, los transbordadores y las coloridas embarcaciones de los jousters están ocupados a todas horas.
En el casco antiguo, los mercados, las lonjas, los festivales de música, los museos modernos y populares marcan el ritmo.
En agosto, con motivo de la fiesta de San Luis, la pequeña ciudad portuaria se viste con sus mejores galas y hace ojitos al ganador del concurso de justas.

Museos

Georges Brassens, Paul Valéry, Jean Vilar, Hervé Di Rosa, Robert Combas… Pero, ¿cuál es el secreto de la capacidad de Sète para atraer a tantos talentos artísticos?
¡Ven a comprobarlo!
El Centre Régional d’Art Contemporain Languedoc-Roussillon, L’espace Brassens, Le musée Paul Valéry y el Musée International des Arts Modestes presentan exposiciones permanentes y temporales para que las descubras a lo largo de todo el año.

Territorio gastronómico

Donde se unen los productos del mar y de la tierra.
Durante toda la semana, nuestros mercados locales te invitan a descubrir la riqueza de los productos locales (el mercado cubierto, los mercados semanales y los mercados artesanales…) Podrás saborear lubinas y sardinas frescas, y descubrir la Tielle, el pastel de tomate y sepia cocinado al fuego de leña.
En cuanto a las colinas, tierra de garriga, vides y olivos, se cultiva la uva y se prensa el aceite aromatizado para realzar el pescado cocinado y saciar la sed de todos los buenos restaurantes de Sète.

¡No te lo pierdas!

  • Bouzigues, capital de la ostra del Etang de Thau.
    Restaurantes y bistrós junto al estanque.
  • Frontignan; cuna del vino moscatel de color dorado que deleita las papilas gustativas, pero que debe consumirse con moderación.
  • En Marsella, la visita a las bodegas Noilly Prat requiere el mismo rigor que la visita anterior.

Festivales en Sète

Lista de actos en la página web de la Oficina de Turismo